¿A mí no me temeréis? dice Jehová. ¿No os amedrentaréis ante mí, que puse arena por término al mar, por ordenación eterna la cual no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán. Jeremías 5:22
La escena de la crucifixión se representa una y otra vez, simbólica y perpetuamente, en los mares de todo el mundo donde viven los peces bagre. Después de que estos peces mueren y se descomponen, los huesos de su cráneo llegan a las playas durante la marea alta. Se posan sobre la arena a medida que las aguas bajan. Su ciclo de vida está programado para que comiencen a llegar a la costa en la época de Pesaj cada año y continúen haciéndolo hasta el Otoño, alrededor del tiempo de la última fiesta de Yahweh, la fiesta de los Tabernáculos. El resto del año no los encuentras.
Estos peces bagre se encuentran en diversas etapas de descomposición. Los huesos de la resurrección están parcialmente separados del hueso del cráneo, proclamando silenciosamente la verdad de la resurrección en un lenguaje que todos pueden entender.
